Durante años, los investigadores han estado trabajando para replicar el delicado sentido del tacto en los robots. Hasta ahora, los prototipos han sido complicados y costosos..

Pero ahora, un equipo de científicos chinos ha desarrollado una versión mucho más barata y más simple de la tecnología, que dicen podría ofrecer "oportunidades sin precedentes" para la inteligencia artificial..

La parte más difícil de construir piel artificial es la sensibilidad. Una piel de baja sensibilidad es bastante fácil de construir, pero aumentar la sensibilidad por lo general requiere aumentar la cantidad de electrodos incrustados. Eso aumenta tanto los costes como el volumen de la piel..

Para evitar este problema, el equipo chino ideó un método para detectar la ubicación y la presión de los contactos mediante la inducción electrostática, la misma tecnología utilizada en los dispositivos de carga inalámbricos. Mide el cambio en un campo eléctrico cuando otro campo eléctrico pasa cerca..

La piel resultante, creada a partir de una película plástica ultrafina, contiene solo cuatro electrodos, en comparación con otros prototipos de un tamaño similar que contienen hasta 36. En las pruebas, demostró ser lo suficientemente sensible como para "sentir" una abeja que voló hacia y lejos de la piel.

Cosechando energía

Aún más impresionante, también cosecha energía mecánica de los movimientos de un robot y la convierte en una corriente eléctrica. Eso lo hace completamente autoalimentado, evitando la necesidad de conectar baterías y cables.

Además de permitir robots que puedan detectar el mundo que los rodea, la tecnología también podría usarse en prótesis para permitir que los amputados recuperen el sentido del tacto. Una 'piel' similar podría aplicarse a la superficie de una mano artificial y conectarse al sistema nervioso del cuerpo.

La investigación fue publicada en la revista ACS Nano..

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