¿Esa extraña pieza de material de arriba? Es un trozo de piel artificial elástica que es capaz de emitir luz y detectar la presión, y podría algún día usarse en robots y otros dispositivos electrónicos..

Un equipo de científicos de la Universidad de Cornell creó la piel utilizando condensadores hiperelásticos que emiten luz, o HLEC, que pueden seguir brillando cuando se estiran, lo que da como resultado una pantalla enrollable y flexible..

Los pulpos son capaces de cambiar el color y la textura para adaptarse a su entorno, que es la idea detrás de la pantalla flexible de Cornell. Según los investigadores, la piel se puede estirar hasta cinco veces su tamaño original.

Hay varias aplicaciones posibles, pero quizás su caso de uso más interesante sea el de los robots. Si bien eso puede sonar un poco aterrador, en teoría debería tener el efecto contrario completo..

"Podemos tomar estos píxeles que cambian de color y ponerlos en estos robots, y ahora tenemos la capacidad de cambiar su color", dijo Robert Shepherd, quien dirigió el equipo de roboticists. "¿Por qué es importante? Por un lado, cuando los robots se conviertan cada vez más en parte de nuestras vidas, la capacidad de tener una conexión emocional con nosotros será importante..

"Para poder cambiar su color en respuesta al estado de ánimo o al tono de la habitación, creemos que será importante para las interacciones entre humanos y robots".

Teniendo en cuenta que la investigación fue financiada por el Ejército y la Fuerza Aérea, un día podríamos ver este uso como un tipo de camuflaje más avanzado..

Más allá de los robots, Shepherd sugiere que la tecnología podría usarse en teléfonos inteligentes que podrían ampliarse al tamaño de una tableta. Los wearables parecen ser otra área obvia donde las pantallas flexibles elásticas podrían ser útiles.

Puede leer más sobre la investigación aquí y encontrar el artículo original en Science.