La mayoría de las empresas tienen un ojo en lo que pueden lograr con las nuevas aplicaciones de TI, pero involucran más usuarios y más datos, lo que plantea una serie de desafíos que deben abordarse..

Estos desafíos, y una solución potencial, se han identificado en un documento de Server Watch de Dell e Intel.

El primer desafío es proporcionar las aplicaciones sin tiempo de inactividad ni latencia significativos; el segundo para suministrar suficiente potencia y memoria sin una inversión excesiva; el tercero para ampliar la infraestructura para manejar los grandes aumentos en el volumen de datos.

Entre las características tecnológicas que son importantes para enfrentar los desafíos se encuentran la capacidad de eliminar cuellos de botella de datos, admitir la combinación de servidores de diferentes generaciones en el mismo grupo y el cifrado que no frena el rendimiento de un sistema..

Otras características, como las unidades de estado sólido y los aceleradores, también pueden aumentar el rendimiento. Permiten a los administradores sacar más provecho de las cargas de trabajo que realizan muchas lecturas aleatorias, como las bases de datos, al almacenar en caché los datos de acceso frecuente en un disco de estado sólido y guardarlos hasta que se modifique..

El documento destaca el potencial de la 12ª generación de servidores Power Edge de Dell y la familia de productos del procesador Intel Xeon E5-2600, creados para entornos virtuales e incluyen altos niveles de densidad de memoria, flexibilidad de entrada / salida y escalabilidad, todos los cuales son importantes en la construcción de una infraestructura confiable.

Dicha tecnología puede ser importante para obtener lo mejor de aplicaciones como Microsoft Exchange y Sharepoint. También puede proporcionar la capacidad de procesamiento para cargas de trabajo complejas y respaldar la investigación y el desarrollo que pueden dar a una empresa una ventaja en su mercado..

Tomar las decisiones correctas en la tecnología de servidores puede ser un factor importante para garantizar que una empresa mantenga la capacidad de competir de manera efectiva.