Prepárate para los Borg.

Investigadores de la Universidad de Georgia han desarrollado cables moleculares que conducen cargas eléctricas, un primer paso en el desarrollo de celdas de combustible biológicas para impulsar implantes digitales como marcapasos, computadoras internas y prótesis..

Los cables de la nanotecnología son en realidad cadenas de polímeros que crecen en películas de metal ultra delgadas, y son tan delgadas que son invisibles incluso bajo microscopios de alta potencia.

Orejas bionicas

Para que la electrónica implantada sea práctica, los científicos desean aprovechar la fuente de combustible en el cuerpo, como la glucosa, para usarla en células de biocombustible para reemplazar las baterías..

Sin embargo, mientras los humanos producen enzimas que hacen un buen trabajo de conversión de energía química en energía eléctrica, "no son muy útiles en esta aplicación porque tienen capas aislantes protectoras naturales que impiden un buen transporte de electrones desde el sitio activo al electrodo", dijo el químico. Jason Locklin. "Esperamos que nuestros cables moleculares proporcionen un mejor conducto para que fluyan las cargas".

"Esta técnica abre la posibilidad de varios usos en dispositivos electrónicos como sensores, transistores y diodos, aunque todavía no comprendemos toda la física fundamental involucrada en cómo las cargas eléctricas se mueven a través de materiales orgánicos".

El siguiente paso para Locklin es desarrollar aplicaciones apropiadas. Por ejemplo, su técnica de alambre de polímero podría usarse en dispositivos que interactúan con tejidos vivos, como sensores bioquímicos, prótesis, marcapasos u orejas biónicas. "La película en sí podría usarse en transistores o en dispositivos fotovoltaicos como las células solares", dijo Locklin..