El siempre creciente mundo de la impresión de objetos acaba de agregar otra dimensión. Investigadores de la Universidad de Wollongong están construyendo impresoras 3D que pueden crear objetos que cambian con el tiempo, una técnica que llaman "impresión 4D".

En una impresora 3D normal, las estructuras se construyen capa por capa en una forma preprogramada. Normalmente se usa plástico, pero también se pueden imprimir otras sustancias, como azúcar o material celular.

El equipo australiano eligió hidrogeles resistentes que cambian sus propiedades cuando se exponen al calor y la humedad, y los usó para imprimir en 3D una válvula inteligente que puede controlar el flujo de agua. El agua fría fluye normalmente, pero se cierra cuando se detecta agua caliente.

La aplicación inmediata para el trabajo será en el campo de la robótica suave, pero se cree que se podrían utilizar técnicas similares en medicina, construcción y automatización..

"Lo bueno de esto es que es un dispositivo que funciona y funciona y que simplemente recoges de la impresora", dijo uno de los investigadores, Marc in het Panhuis. "No se requiere ningún otro ensamblaje. Es una válvula autónoma, no se necesita ninguna entrada aparte del agua".

Su investigación fue publicada en Macromolecular Rapid Communications..